De la plaza Omonia a la de Cataluña pasando por la Yugoslavia y sus servicios secretos, los más amables del mundo
Algún amigo me comenta en ocasiones que debe leerme con detenimiento pues paso de un tema a otro como sapo cancionero y a los cuatro saltos se pierde y ha de volver a empezar o mirar el GPS. Pues si no se marean hoy, son capaces de hacer el rally de Montecarlo sin antiheméticos como el THC. Durante mi particular viaje a Itaki o Itaca y su famosa cueva de las Ninfas que Pofirio tan bien describió pasé una semana larga en Atenas y coincidió con la victoria de la derecha de ND sobre los socialistas de siempre, sus primos. No fue cosa mía, por supuesto, que ellos solos se bastan para hundirse en la demagogia y el mal gobierno sin consejo alguno, se los juro por Zeus en griego: Ne Dia! Y pasaban los pijos helenos en sus carros y banderas blanquiazules, como los periquitos del Sánchez Llibre, dando bocinazos y jurando en griego que suena muy bien, cuando la policía -omnipresente- se nos acercó y nos dijo -en griego claro- que nos piráramos, a lo que yo le respondí en catalán para desconciert...