Un cauce para unir las sendas bifurcadas
En el cinturón rojo barcelonés, Gramenet y Badalona fueron, tras las primeras elecciones municipales, ciudades con alcaldes y mayoría comunista, donde el PSUC era marcadamente hegemónico.
En la primera, se puso de alcalde a un cura "rojo", para pasmo de aquellos que consideramos ambas cosas esencialmente contradictorias, pertenecer a una jerarquía piramidal, inapelable y sectaria, y formar parte de un partido donde cada persona es un voto y las decisiones se toman por mayorías.
En Badalona, Marius Díaz ofreció, pese a tener la mayoría absoluta, un cogobierno al PSC. En las siguientes elecciones, tras el desmembramiento del PSUC y expulsión de los comunistas, el PSC pactó con CiU y apartó a los desmembrados -ICV, PCC, PSUC viu y PCPE- definitivamente de sus alianzas, hasta ser necesarios aquellos tripartitos en que el PSC continuaba haciendo básicamente lo que le daba la gana.
La hecatombe vergonzosa del mal gobierno ha llevado a aquel cinturón rojo a estar en manos h