Tiene razón, el imbécil: esto es un golpe de estado, pero democrático, no de la oligarquía fascista y sanguinaria
Un cretino lacayo del PP y chupóptero empedernido ha comparado hoy el golpe del monarca y sus recalcitrantes bigotudos con lo que se avecinaba en la España harta de la banda franquista y descendientes este 23-F. 80 ciudades repiten una masiva manifestación contra la estafa llamada crisis por la propaganda nazionalcatólica que está ya siendo un espectáculo de democracia popular que -como habitualmente- el contubernio gubernamental de paletos y fascistas puede seguir desoyendo. Pero cualquiera puede asesorarles con una profecía más cierta que las apariciones de la virgen del Rocío a Báñez: les saldrá muy caro, nos saldrá muy caro, y ya este mes se ve y en Semana Santa será el llanto y crujir de dientes.
Y es que ni dios les ayuda con el tiempo, que debiera ser algo que sí controlara por su herencia de papá Zeus. La próxima Semana Santa, que debiera llenar de turistas y de dinero las arcas de sus señores dueños de la hostelería, sumada al clima que no ayuda ni ayudará -o el precio de la gasolina que no permite ni llenar un cóctel molotov- será una fiesta, pues la dinámica de colapsar las ciudades irá a más, los turistas no están para fiestas ni verbenas de este género y lo que debería ir a más irá a menos. Por lo que las cuentas de los Montoros a lo Gran Capitán serán un ejemplo más del Rato que llevamos hundiéndonos en la balsa que pilota el narcotráfico y un conjunto de delirantes oraculados por el Opus Dei.
En Bulgaria, por menos, el gobierno en pleno ha dimitido y ha convocado elecciones. Y pese al temor o pánico de Merkel, Rajoy y secuaces del PP europeo, las elecciones de mañana apuntan a que sus socios italianos pasarán a ser enemigos en la mesa, como ya lo es François Hollande.
Cada minuto que Rajoy pasa en el gobierno aplicando esas medidas que sólo benefician a Alemania -Volskswagen ha tenido por segundo año consecutivo los beneficios más altos de cualquier empresa alemana en toda la historia de la bolsa de Frankfurt en el 2012, tras superar el anterior record de 2011, mientras en Seat o Dacia se recorta el salario a los trabajadores- España, con su deuda y su miseria popular, se hunde más y más en un futuro de injusticia, pobreza e ignorancia, alejándose del progreso y regresando a tinieblas que ya se creían superadas y que sólo son capas de mentiras, heces de corruptos y ecos de cobardes amplificados por máquinas inánimes entre el capital acumulado por el pueblo y los beneficios robados y guardados en en extranjero.
Sí, es un golpe de estado y es una revolución como han de ser las democráticas, exigiéndolo sin violencia y escuchándolo con respeto, acatándolo y convocando elecciones ya.
Los que quieren que la sangre corra para hacer esa revolución y los que lo esperan para reprimirla con más sangre debieran citarse por facebook en una plaza de toros, y dar el espectáculo bárbaro de otros tiempos sacrificándose como héroes por sus respectivas patologías paleolíticas. Los toros aplaudirían, y los turistas japoneses también.
Y el resto levantaremos una sociedad en la que cabe toda la clase trabajadora e incluso los que no pueden trabajar. Los que no quieren y prefieren matar y robar como hasta ahora, siempre tendrán la plaza, si es que hay público que la haga rentable, para competir a precios de mercado.
Y es que ni dios les ayuda con el tiempo, que debiera ser algo que sí controlara por su herencia de papá Zeus. La próxima Semana Santa, que debiera llenar de turistas y de dinero las arcas de sus señores dueños de la hostelería, sumada al clima que no ayuda ni ayudará -o el precio de la gasolina que no permite ni llenar un cóctel molotov- será una fiesta, pues la dinámica de colapsar las ciudades irá a más, los turistas no están para fiestas ni verbenas de este género y lo que debería ir a más irá a menos. Por lo que las cuentas de los Montoros a lo Gran Capitán serán un ejemplo más del Rato que llevamos hundiéndonos en la balsa que pilota el narcotráfico y un conjunto de delirantes oraculados por el Opus Dei.
En Bulgaria, por menos, el gobierno en pleno ha dimitido y ha convocado elecciones. Y pese al temor o pánico de Merkel, Rajoy y secuaces del PP europeo, las elecciones de mañana apuntan a que sus socios italianos pasarán a ser enemigos en la mesa, como ya lo es François Hollande.
Cada minuto que Rajoy pasa en el gobierno aplicando esas medidas que sólo benefician a Alemania -Volskswagen ha tenido por segundo año consecutivo los beneficios más altos de cualquier empresa alemana en toda la historia de la bolsa de Frankfurt en el 2012, tras superar el anterior record de 2011, mientras en Seat o Dacia se recorta el salario a los trabajadores- España, con su deuda y su miseria popular, se hunde más y más en un futuro de injusticia, pobreza e ignorancia, alejándose del progreso y regresando a tinieblas que ya se creían superadas y que sólo son capas de mentiras, heces de corruptos y ecos de cobardes amplificados por máquinas inánimes entre el capital acumulado por el pueblo y los beneficios robados y guardados en en extranjero.
Sí, es un golpe de estado y es una revolución como han de ser las democráticas, exigiéndolo sin violencia y escuchándolo con respeto, acatándolo y convocando elecciones ya.
Los que quieren que la sangre corra para hacer esa revolución y los que lo esperan para reprimirla con más sangre debieran citarse por facebook en una plaza de toros, y dar el espectáculo bárbaro de otros tiempos sacrificándose como héroes por sus respectivas patologías paleolíticas. Los toros aplaudirían, y los turistas japoneses también.
Y el resto levantaremos una sociedad en la que cabe toda la clase trabajadora e incluso los que no pueden trabajar. Los que no quieren y prefieren matar y robar como hasta ahora, siempre tendrán la plaza, si es que hay público que la haga rentable, para competir a precios de mercado.
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