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S'estan mostrant les entrades d'aquesta data: agost, 2011

Un cauce para unir las sendas bifurcadas

En el cinturón rojo barcelonés, Gramenet y Badalona fueron, tras las primeras elecciones municipales, ciudades con alcaldes y mayoría comunista, donde el PSUC era marcadamente hegemónico. En la primera, se puso de alcalde a un cura "rojo", para pasmo de aquellos que consideramos ambas cosas esencialmente contradictorias, pertenecer a una jerarquía piramidal, inapelable y sectaria, y formar parte de un partido donde cada persona es un voto y las decisiones se toman por mayorías. En Badalona, Marius Díaz ofreció, pese a tener la mayoría absoluta, un cogobierno al PSC. En las siguientes elecciones, tras el desmembramiento del PSUC y expulsión de los comunistas, el PSC pactó con CiU y apartó a los desmembrados -ICV, PCC, PSUC viu y PCPE- definitivamente de sus alianzas, hasta ser necesarios aquellos tripartitos en que el PSC continuaba haciendo básicamente lo que le daba la gana. La hecatombe vergonzosa del mal gobierno ha llevado a aquel cinturón rojo a estar en manos h

¡Cuidao con el greenpís del equo!

Yo estuve, ya hará 20 años, investigando a Greenpeace en EEUU, tanto en sedes como Raleigh, capital de North Caroline, como en su sede central en Washington, en el mismo barrio que las oficinas gubernamentales o grandes corporaciones industriales y financieras, para mi el primero de mis pasmos. En todo lo demás, entrevistas con responsables que no tenían ni idea de nada y que se limitaban a contar ingresos y organizar postulante, más pasmos. Ya conocían -eso sí, tras remenar en el pc- al salvador de las ballenas en España, -el señorito López de Uralde-quien tenía, según me confirmaron, la "franquicia" del negocio aquí. Pues, desde su fundación y éxito en Canadá, el negocio había sido adquirido por los mismos que cazan las ballenas y que dirigen las cazas, los cazas y sus guerras desde el Pentágono, junto a Greenpeace. También estuve, hace un poco más, en el Bundestag alemán, entrevistando en varias ocasiones a sus diputad@s, entre ellas una Marie Luise Beck que se de

El Scud de Gaddafi y la táctica del escorpión

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Hoy la noticia era que el gobierno libio había lanzado uno de los 200 misiles Scud que se supone tiene el régimen, que el misil había caído en el desierto y que había fallado sin herir a nadie… conocido. Pero la OTAN no sabe de donde salió el misil, pese a su dominio satelital y demás, lo que no deja de ser muy preocupante. Especialmente para Italia, que ya recibió en la isla de Lampedusa la caída de algunos Scud libios, en respuesta al ataque a la sede de Gaddafi hace casi 30 años ya. Pero hay quien también piensa -y afirma- que es sólo un aviso, un picotazo de escorpión, una vieja táctica en la guerra del desierto que no sólo usan esos artrópodos, los alacranes, sino todas las tribus del Sahel al Magreb. En la milicia se le llama camuflaje, en ciencias mitosis. Algo así usó también el ejército rojo cuando dejaba entrar a Von Paulus hasta Stalingrado, una vez sacrificada Kiev y trasladadas sus fábricas a Siberia, lejos de los bombardeos. Si la OTAN supiera donde e

Sobre olas, olillas, olitas y revoluciones

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Una gota de agua, amig@s, es una levedad en el universo, aunque de ella haya dependido y dependa la vida misma, desde sus orígenes estelares hasta la de lluvia que se evapora al poco de haber nacido. Como una moneda, para aquel que cuenta en miles, que apenas vale la molestia de recogerla si cae. Y, si en botella, alterna entre el gran negocio y la multa por venderla sin permiso, de unos céntimos en el súper, a unos euros imprecisables en la costa de los mosquitos y los angloalemanes ebrios. Una ola es cosa más fundamental, sobre todo si te coge desprevenido y de espaldas y te pasa un metro de altura o más. Para que se origine la ola es necesario un viento de fondo en esa dirección, y de tales vientos, tales olas, olillas y olitas. Hasta ahora las olas son medianas, alguna más contundente, pero todas ellas carecen de una fuerza direccional suficiente para sumar unos resultados capaces de erosionar un acantilado, sea en Dover o en Bagur. Porque hay quien, además, col

Unos se indignan, otros se resignan, algunos se alzan, todos son reprimidos

El barón de Cameron, que llegó al poder prometiendo -como Artur Mas- "salvar" al país de la miseria en la que sus aristocráticos lores la han hundido con políticas de rebajas y fraude fiscal impune para los suyos y salarios de miseria para los demás, y con la inestimable ayuda de Ruppert Murdoch, sus News of the world, Times y demás prensa fascista, toma medidas propias de lo que es el R.U., un estado policial sometido a la casa de Windsor, y acusa a las víctimas de su reina y sus lores de criminales. Pues ese modelo para lores es el país con las diferencias más grandes del mundo entre ricos y pobres, donde un 20% de la población tiene cinco veces más que el 80% restante en su conjunto y, a la cabeza, una monarquía que hasta hace pocos años ni pagaba impuestos y a la que se le pagaba todo, pese a ser la fortuna mayor del reino, sólo por debajo en Europa de su prima Beatrix, jefa de la casa de Orange y reina de Holanda y Flandes, de quienes los valones son los mayordomos y

España y el Bribón: Con la proa mirando a Roma

Tal vez algún carroza más se acuerde de aquellos finales de los setenta en que al grito de Llibertat, Amnistía i Estatut d'Autonomia! se organizaban "espontáneamente" cada día algaradas indiscriminadas por toda Barcelona. Eran años de bachillerato superior nocturno en el Balmes, confluencia de Consejo de Ciento con Via Layetana en aquellas nomenclaturas. Y una vez cada dos semanas al menos solíamos cortar el tráfico y montar un pollo hasta la llegada de las tocineras con sus argumentos. Entonces nos replegábamos al instituto y nos negábamos a salir hasta que se largaran los orcos, lo que el dire solía pactar por aquello de irse a dormir y cenar antes de las 23 y evitar que el insti acabara en llamas. En aquella época aquello era sólo para varones y los curas que daban religión. Las convocatorias a las manis eran como la cartelera del cine, a elegir. No se convocaba una, sino varias, para conseguir que la gente -evidentemente abiertas a todos los públicos bajo su propia re